Si en algún cuadro que se haya pintado durante la historia hay una lengua, él lo ha estudiado. Conoce tan bien las representaciones linguales artísticas, que dicen que tan sólo con lamer un cuadro, podría decirte de qué año data y dónde se compraron las pinturas.

El profesor Blacksy descubrió su pasión por el arte de bien jovencito, con un beso de tornillo. La experiencia del contacto entre lenguas le pareció tan excitante que pensó que algo tan bello debería poder guardarse para siempre. Desde entonces, hallar la representación artística definitiva de este sentimiento se convirtió en su proyecto de vida.